Aplicaciones desecantes
Los desecantes son componentes importantes para garantizar la protección contra la humedad de los productos durante el envasado, el transporte y el almacenamiento. En el transporte y la logística, los desecantes son vitales para proteger la carga, evitando la corrosión, el moho y la condensación en los contenedores. En electrónica, los desecantes se utilizan para proteger los componentes sensibles de los fallos causados por la humedad ambiental durante el transporte o el almacenamiento a largo plazo. En la industria alimentaria, los desecantes pueden ayudar a preservar la vida útil de los productos secos envasados, las especias y los aperitivos al evitar la formación de grumos, el deterioro y la proliferación microbiana.
Los desecantes domésticos (que suelen incluir bolsas o cajas colgantes) ayudan a controlar la humedad en armarios, roperos y lugares de almacenamiento que protegen la ropa y los tejidos. Los productos farmacéuticos recurren con frecuencia a los desecantes para preservar la estabilidad de los medicamentos y cumplir los requisitos normativos al respecto. En los sectores de automoción y militar, los desecantes protegen las piezas, los equipos y la munición de la corrosión. En la construcción, los desecantes ayudan a evitar que la humedad dañe los materiales de construcción durante el almacenamiento y en espacios sellados (como paneles aislantes).
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